El trabajo que abarca la década comprendida entre 2007 y 2016 y que, además de buscar una posible hilo conductor capaz de vincular los acontecimientos socio-políticos y culturales que afectan a Cuba, pone de manifiesto la existencia de un modelo multicultural fragmentado, que se refiere al contexto filosófico-político clásico, pero en lo específico y al mismo tiempo se caracteriza por el llamado proceso alternativo de "reacomodo".. Un desafío aún por definir y que en algún momento tendrá que inclinarse hacia una toma de conciencia de que el mundo es variado y que existen diferentes epistemologías, a menudo marginadas y excluidas de los procesos de construcción de la consciencia colectiva y de las prácticas de intervención. No se puede pasar por alto el hecho de que la demodiversidad es una consecuencia y una continuidad de la biodiversidad y de la distinción epistemológica, tales como la coexistencia de diferentes formas de conocimiento, de democracia, de cultura y de derecho.