En la Unión Europea, el multilingüismo se considera parte integrante de los valores democráticos. Baste decir que el respeto por igual de todas las lenguas oficiales es expresión y concreción del principio democrático. Elio implica una necesaria política de formulación y traducción de los postulados normativos a un lenguaje sencillo, no técnico y capaz de llegar al ciudadano común.
Sin embargo, el multilingüismo es fuente de innumerables problemas a la hora de redactar, traducir e interpretar los actos normativos elaborados por las instituciones de la UE en las distintas lenguas oficiales.
En la presente exposición se investigará en la primera parte el valor de la diversidad lingüística en Europa. La segunda parte se dedicare a los retos de interpretación que conlleva el multilingüismo en el proceso de armonización jurídica europea, con especial referencia a la formación en las facultades de Derecho. El campo de investigación se centrará en las directivas sobre la protección de los consumidores.